No importa cuándo o dónde elijas estudiar, siempre será una buena idea comenzar tu estudio pidiendo la ayuda de Dios. Empieza dirigiéndote a Él y pídele que te dé sabiduría y entendimiento al leer. Pide ayuda específica para tu vida. Cuando termines, concluye tu oración “en el nombre de Jesucristo, Amen”. Cuando oramos antes de estudiar, le mostramos a Dios que somos humildes y deseamos Su ayuda y guía.
El aprendizaje de la Biblia es un proceso que dura toda la vida. Dios se complace con cualquier esfuerzo que hacemos para aprender Su palabra, sin importar cuánto comprendamos al leer. Al ser constantes en nuestros esfuerzos de estudio, podremos recibir mayor entendimiento.
1 Comienza tu estudio pidiendo la ayuda de Dios
7 Lee o comparte con otras personas
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2 No es necesario comenzar a leer desde el principio
La Biblia es un libro muy extenso, pero puedes comenzar donde tú quieras. Por ejemplo, si quieres aprender acerca de Jesús, puedes empezar en el Nuevo Testamento, con Mateo, Marcos, Lucas y Juan. También puedes elegir algún personaje o tema específico para estudiar.
3 Escoge un tema que sea de interés para ti
¿Hay algún tema que te interesa en particular? ¿La gracia, el arrepentimiento, el perdón o la fortaleza durante las pruebas? Busca versículos específicos sobre el tema que escojas y estúdialos. También puedes comenzar a explorar los recursos que se encuentran disponibles en el sitio web de la Iglesia. Allí encontrarás temas comunes y versículos de escrituras relacionados. Utiliza los recursos que encuentres para ampliar tu estudio.
4 Conoce un personaje
Escoge un personaje o grupo de personas en la Biblia y lee cada versículo que puedas encontrar sobre ellos. Trata de entender el contexto de cada versículo. Haz preguntas que te ayuden a conocerles mejor, por ejemplo: ¿Cómo conoció esta persona a Jesús? ¿Qué relación tienen? ¿Qué puedo tener en común con esa persona? ¿Qué puedo aprender de su vida?
5 Toma nota de lo que aprendas
No olvides las cosas que has aprendido de la Biblia o las cosas que el Espíritu Santo te enseña por medio del estudio. Utiliza un diario o libreta para llevar un registro de las impresiones y pensamientos que te vienen al leer. Mientras más respeto mostremos por las cosas que aprendemos, el Señor estará dispuesto a mostrarnos más.
6 Escucha la Biblia en línea
Algunas veces necesitamos ver (o escuchar) la Biblia desde una perspectiva diferente. Podrías escuchar la Biblia mientras manejas, haces ejercicio o realizas algunas tareas en casa. En ChurchofJesusChrist.org encontrarás lecturas grabadas de la Biblia. Puedes leer o escuchar y tener acceso a guías de estudio que son de mucha ayuda.
También podrías descargar la aplicación Biblioteca del Evangelio para teléfonos móviles que incluye la Biblia y mucho más.
Descarga la app Biblioteca del Evangelio
Los miembros de tu familia y amigos pueden contribuir a tu estudio. Sus perspectivas únicas les permiten identificar significados y aplicaciones singulares. Cuando tengas preguntas, enriquécete por medio de los puntos de vista de tus amigos y familiares al compartir versículos que sean significativos con ellos. También puedes compartir lo que aprendas en redes sociales. Si estás buscando a alguien con quien estudiar, nuestros misioneros siempre están disponibles para estudiar la Biblia contigo.
8 Investiga lo que no comprendas
Lo más seguro es que al estudiar la Biblia, encontrarás términos que son confusos o que simplemente no comprendes. No dudes en buscar el significado de una palabra o frase en particular, o incluso de una parábola completa. En internet encontrarás millones de personas que al igual que tú estudian la Biblia y también a muchos expertos que pueden ayudarte en tu estudio.
9 Haz una pausa y escucha
Es importante leer con detenimiento y estudiar la palabra de Dios, pero es igualmente importante el detenernos, silenciar nuestra mente y escuchar. Cuando nos damos tiempo para meditar después de estudiar la Biblia, Dios puede iluminar nuestra mente por medio del Espíritu Santo.
10 No te desanimes