Más allá de la fascinación que genera el fin del mundo, los 4 jinetes del Apocalipsis arrojan luz sobre las angustias principales del ser humano. Aquí te explicamos qué representan.
Está escrito en el sexto capítulo del Libro de las Revelaciones, de la Biblia. En medio de la confusión de un mundo que llega a su fin, el cielo se abrió. De las alturas, emergieron 4 corceles imponentes, según narra el pasaje antiguo. Cada uno cargaba en sus espaldas a cuatro hombres, con objetos y vestiduras diferentes. Históricamente, a estas apariciones se les conoce como los jinetes del Apocalipsis.
Según la iconografía judeocristiana, los jinetes del Apocalipsis representan algunas de las desgracias más graves de la humanidad. El hambre, la guerra, la peste y la muerte serían, según este fragmento de la Biblia, las 4 condicionantes que conducirían al mundo a su exterminio final. Más allá del relato fatalista, son símbolos de angustias fundamentales que compartimos los seres humanos. Aquí te explicamos porqué.
Blanco, bermejo, negro y amarillo
En la iconografía cristiana, los jinetes del Apocalipsis representan las grandes catástrofes que llevarán a la humanidad a la destrucción absoluta. Montados sobre caballos magníficos de pelajes blanco, bermejo, negro y amarillo, representan respectivamente la Conquista, la Guerra, el Hambre y la Muerte.
Los colores de los animales no son casualidad, tampoco. A través de la historia, diversos eruditos aseguran que el primer jinete es Jesús, cargando un arco para vencer al mal en el mundo. El caballo bermejo —que es una tonalidad específico de rojo— apela al derramamiento de sangre en los encuentros bélicos. En contraste, el caballo negro simboliza las temporadas sombrías de hambre. Por último, el jinete sobre un corcel pálido —o blanco— se asume que es el ángel de la muerte.
Asimismo, los objetos que empuña cada uno de los jinetes del Apocalipsis tienen una carga simbólica. El primero, que se interpreta como el vencedor, trae consigo un arco cargado con flechas, para terminar con el dominio maligno en la Tierra. Por su parte, el segundo porta consigo una espada enorme; por lo que simboliza la violencia en la guerra. El tercero lleva consigo una balanza, que se interpreta como signo de justicia. Por último, el jinete del caballo blanco empuña una hoz.
¿Quién es el jinete del caballo blanco del Apocalipsis?
Históricamente, existe un debate centenario sobre la identidad del hombre que monta el caballo blanco entre los jinetes del Apocalipsis. Hay opiniones encontradas sobre quién es realmente este personaje, ya que los elementos que le acompañan son confusos:
“El primer jinete, un conquistador con arco y corona, monta un caballo blanco, que los eruditos a veces interpretan como símbolo de Cristo o el Anticristo”, explica Britannica.
La narración bíblica podría apuntar hacia ambos extremos. Ya sea Jesús, abriéndose camino para vencer al mal; o bien, Satanás, saliendo victorioso de la última batalla para dominar el mundo. Algunos historiadores se inclinan por la primera opción, ya que algunos versos más adelante, se señala que este jinete lleva consigo la Palabra de Dios.
Sin embargo, en medio del caos que provoca el fin del mundo, también podría interpretarse que se trata del Príncipe de las Tinieblas, liderando a su ejército de energúmenos y espíritus infernales. Por ello, en diversas representaciones medievales los signos parecen estar cruzados: el jinete del caballo blanco siempre se muestra con una aureola alrededor de la cabeza, y con una expresión sombría en el rostro.