5 Dedos de la Oración
1. El dedo pulgar es el más cercano a nosotros. Comencemos nuestras oraciones orando por nuestros seres queridos. Ellos son los más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es como dijo c. S. Lewis: “una dulce tarea”.
2. El dedo que sigue es el indice. Oremos por aquellos que enseñan, instruyen y curan. Esto incluye a maestros, ministros y médicos. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para guiar a otros en la dirección correcta. Debemos tenerlos siempre en nuestras oraciones.
3. El que sigue es el dedo mayor (medio), y nos recuerda a nuestros líderes. Oraremos por el presidente, los líderes del comercio, la industria y los administradores. Estas personas forman nuestra nación y guían a la opinión pública. Ellos necesitan la guía de dios.
4. El dedo que sigue es el del anillo (anular). Sorprendentemente es nuestro dedo más débil, como cualquier maestro de piano puede dar testimonio. Esto debe ayudarnos a recordar orar por aquellos que son débiles, que están en problemas o en dolor. Nunca es suficiente toda la oración que podamos hacer por ellos.
5. Y por último viene nuestro dedo más chico (meñique). Allí es dónde debemos ponernos nosotros en relación con dios y los demás. Como dice la biblia, “el más pequeño entre vosotros será el más grande entre ustedes” (lucas9:48). Este dedo debería recordarnos orar por nosotros mismos.
Al momento de haber orado por los otros cuatro dedos, nuestras propias necesidades serán puestas en la perspectiva justa y de esta manera podremos orar por nosotros mismos más efectivamente.