Un nuevo informe de las Naciones Unidas señala que las emisiones de carbono seguirán elevándose hasta 2050 y que para entonces, ya será demasiado tarde.
Washington.- El mundo sigue lejos de evitar lo que algunos líderes llaman un nivel peligroso de calentamiento climático provocado por el hombre, según un nuevo informe de Naciones Unidas difundido el miércoles. La conclusión llega pese a las promesas recientes de algunas naciones de recortar sus emisiones de dióxido de carbono.
El informe analiza la brecha entre lo que los países se han comprometido a hacer con respecto a la contaminación de carbono y lo que los científicos dicen que se necesita hacer para evitar que las temperaturas se eleven otros dos grados. Esos dos grados es un objetivo que los líderes mundiales establecieron en 2009.
Para lograr ese objetivo, el mundo tiene que alcanzar una meta mínima de emisiones de dióxido de carbono, metano y otros gases de efecto invernadero antes de 2030, advirtió el máximo editor científico del informe, Joseph Alcamo.
Sin embargo, el estudio señala que las emisiones de carbono seguirán elevándose hasta 2050 y que para entonces ya será demasiado tarde, incluso con las recientes promesas de Estados Unidos, China y Europa.
Mediante el uso básico de matemáticas y ciencias, los investigadores analizaron cuánto gas de efecto invernadero puede emitir el mundo para 2030 y mantenerse por debajo de la marca de los dos grados: unos 46,000 millones de toneladas (42,000 millones de toneladas métricas). Incluso teniendo en cuenta los compromisos recientes, el mundo estará arrojando entre 15,000 y 19,000 millones de toneladas más que eso, dijo Alcamo, científico en jefe para el brazo del medio ambiente de Naciones Unidas.
En un comentario sobre el informe, el subsecretario de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Achim Steiner, escribió que el “análisis revela una tendencia preocupante de empeoramiento. Una continuación de las emisiones de gases de efecto invernadero dará lugar a un clima aún más cálido y exacerbará los efectos devastadores del cambio climáti