Muchas personas creían que a medida que la ciencia avanzara, habría menos necesidad de recurrir al argumento de que existe Dios para explicar el universo. Sin embargo, “los rumores de la muerte de Dios eran prematuros “, apunta el escritor estadounidense Eric Metaxas.
En 1966, el astrónomo Carl Sagan afirmó que había dos criterios importantes para que un planeta pudiera sustentar vida: la estrella adecuada y un planeta situado a la distancia correcta de la estrella. No obstante, a medida que nuestro conocimiento sobre el universo aumentó, se hizo evidente que eran necesarios muchos más factores para que la vida fuera posible.
“Las probabilidades indican que ni siquiera nosotros deberíamos estar aquí”, recalca Metaxas en un artículo publicado en ‘The Wall Street Journal’. De hecho, actualmente hay más de 200 parámetros conocidos que son necesarios para que un planeta pueda sustentar vida. Debe estar presente cada uno de ellos, de lo contrario todo se cae a pedazos.
“¿Es posible que cada uno de esos parámetros haya sido perfecto por accidente? ¿No les parece que asumir que una inteligencia creara estas perfectas condiciones requiere mucha menos fe que creer que la vida en la Tierra superó por casualidad probabilidades inconcebibles para llegar a existir? “, cuestiona el escritor, que añade que la idea de que todo “simplemente ocurrió desafía el sentido común”.
Según Metaxas, puede que el profesor de Matemáticas de la Universidad de Oxford John Lennox tenga razón al decir que “cuanto más conocemos nuestro universo, más credibilidad gana la hipótesis de que hay un creador