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Iglesia de laodicea
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
Voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con
Él, y él conmigo. {apocalipsis 3:20}
Laodicea: próspera ciudad cerca de hierápolis y colosas en el valle del lico. Famosa por su escuela de medicina, que era reconocida por un ungüento especial para los ojos (“colirio”); por la banca y por la manufactura de “telas de lana negra”.
La provisión de agua se llevaba por canales desde “manantiales termales”, por eso la iglesia era como su agua: tibia.
Iglesia de laodicea (laodicea = significa “voz del pueblo” o “el pueblo manda”).
Iglesia apóstata; desde 1900 hasta la venida de cristo. Cuando un pueblo no reconoce la autoridad delegada por el señor, está en desobediencia (hebreos 13:17).
El que habla es el amén, alguien definido, por eso las promesas en dios son sí y amén, el que le dice a esta iglesia que se defina porque no es fría ni caliente (indecisa, de doble ánimo, inconstante), y por cuanto es tibia, la vomitará de su boca.
Esta iglesia estaba dentro del cuerpo de cristo, pero nunca se llegó a integrar a su cuerpo, que es la iglesia. La tibieza viene cuando no nos definimos estar en la luz o en el mundo. (santiago 4:8)
Zona cómoda de apostasía espiritual
Las 7 epístolas (cartas) de cristo a las 7 iglesias del asia representan los 7 retratos históricos de los 7 períodos de toda la historia de la iglesia (apocalipsis 1 y 2).
Estamos viviendo en el período de esta iglesia: iglesia fría, mundana, vacía, moderna, conformista, incrédula, vestida con el manto de tolerancia hacia el pecado.
La gran apostasía está arropando vertiginosamente las iglesias donde hay predicadores que se “burlan” del juicio “ridiculizando” las cosas santas y sagradas. (ezequiel 13:18).
Iglesias convertidas en clubes sociales donde no existe el llamado a retornar a la senda antigua de la santidad perdiendo el tiempo con las modernas innovaciones sacrílegas que nada tienen que ver con salvar al perdido. (jeremías 6:16-17; ezequiel 22:30; apocalipsis 22:11).
Jesús está afuera llamando a la puerta (corazón) para morar en la vida de los cristianos (apocalipsis 3:20; juan 1:12).
Aquellos que toman el arado y regresan su mirada hacia atrás tropiezan en el camino. (génesis 19:26; lucas 9:62)
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a dios y a las riquezas. {lucas 16:13}
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. {romanos 13:11}