2 Madres
Por el mismo camino van 2 mujeres caminando, una a la otra esperando, las dos la mano se dan.
Juntas siguen lenta-mente en amena conversa-ción. Una aprovecha la ocasión para hablar del Hijo ausente.
“Mi hijo nació pobre, más pobre fue su existencia y sin cargo de conciencia al populacho el bien predicó. Por do-quiera que pasaba, salía a su paso la gente a mirarle frente a frente, todo el mundo le aclamaba.
Nadie antes había escuchado palabras con tal cariño dichas por un pobre Niño que nació entre ganado. El bien siempre predicaba, fue culto sin vanidad y salvó a la Humanidad que al precipicio marchaba”.
Hace pausa la prime-ra, la segunda empieza a hablar, “Cuando mi hijo empezó a andar siempre buscaba la vida fácil.
Aún así, le perdona-ba. Era fruto de mis entrañas confiaba en que mañana su costumbre cam-biara.
Un año a otro sucedía y a hombre mi hijo llegó, más no por eso cambió la costumbre que tenía. Desarrolló malas mañas, a sacerdotes se unió así fue que se perdió el hijo de mis entrañas”.
Ya llegaban a Emaús, la segunda ante las dudas gritó: “Mi hijo se llamó “judas” y “El mío era “jesus”.
Las 2 madres asombra-das ante dicha confesión, partido el corazón, jun-tas lloran abrazadas. Varias veces se abrazaron en abrazo duro y fuerte, y pensaron en la muerte de sus hijos y lloraron.