Jesús tomó la forma de Mendigo y bajó al pueblo. Buscó la Casa del Zapatero y le dijo: “Hermano soy muy pobre y no tengo una sola moneda. Estas son mis únicas Sandalias y están rotas, si tú me hicieras el favor …”.
El Zapatero le dijo, “Estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar”.
El Señor le dijo, “Yo puedo darte lo que tú necesitas”. El Zapatero desconfiado, viendo al Mendigo le preguntó; “¿Tú podrías darme el Millón de Dólares que yo necesito para ser feliz?“,
El Señor le dijo, “Yo puedo darte diez veces más que eso, pero a cambio de algo”. Y el Zapatero preguntó, “¿A cambio de qué?”. “A cambio de tus piernas”. El Zapatero respondió, “Para qué quiero yo 10 Millones de dólares, sino voy a poder caminar”.
Entonces el Señor le dijo, “Puedo darte 100 Millones de dólares a cambio de tus Brazos”. El Zapatero respondió, “Para qué quiero yo 100 Millones de dólares, si ni siquiera voy a poder comer solo”.
Entonces el Señor le dijo, “Bueno, puedo darte Mil Millones de Dólares a cambio de tus Ojos”. EL Zapatero pensó poco y respondió, “Para qué quiero yo Mil Millones de dólares, si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos ….”.
Entonces el Señor le dijo, “Ah, hermano, hermano qué Fortuna tienes y no te das cuenta”.