Oración de los Padres
Padre nuestro, hazme ser un mejor Padre.
Enséñame a comprender mis Hijos;
a escuchar pacientemente lo que tienen que decir,
y a contestar todas sus preguntas con amabilidad.
Hazme tan cortés con ellos como yo deseo
que lo sean conmigo.
No permitas que me ría nunca de sus errores,
o use la vergüenza o los ridiculize
cuando me siento disgustado con ellos.
Que nunca los castigue por mi egoísta satisfacción
o para demostrar mi poder.
No permitas que yo enseñe a mis Hijos a mentir o a robar.
Guíame hora tras hora para que pueda
demostrar todo lo que digo o hago.
Que la honestidad produce felicidad.
Reduce, te ruego, lo malvado que hay en mí.
Y cuando estoy de mal humor,
ayúdame, Señor, a aguantar la lengua.
Que siempre recuerde que mis Hijos son niños,
y que no debo de esperar de ellos
el juicio de los adultos.
Que no les robe la oportunidad de cuidarse
así mismo y hacer sus decisiones.
Bendíceme con la grandeza de concederles
todas sus peticiones razonables;
y el valor para negarles los privilegios
que le harán daño.
Hazme justo y amable, y prepárame, Señor,
a ser amado, respetado e imitado
por todos mis Hijos.
El hijo sabio recibe el Consejo del padre.
(Proverbios 13:1)