<Atras> 7,000 Rodillas Fieles
(Seven Thousand Did Not Bow)
El Rey idólatra Acaz de Israel (Reino del Norte) junto a su malvada esposa, Jezabel (significa “no casada”), princesa Fenicia hija del rey-sacerdote pagano de Sidón, mandó cerrar las puertas de la Casa de Jehová (2 Crónicas 28:24) y se hizo altares para rendir culto a los ídolos mandando matar a todos los Sacerdotes del Señor.
Elías (significa “Jehová es mi Dios”) encabezó la lucha contra la “idolatría” del dios Fenicio y de los Cananeos “Baal” (dios del sol, de la lluvia y la cosecha cuya adoración era con ritos lascivos, autotortura y sacrificios humanos).
Elías le predijo a Acab que habría una sequía por 3 años. Elías fue alimentado con pan y carne que le llevaban los cuervos (1 Reyes 17:6).
Después de 3 años el Profeta anciano Elías reta al Rey Acab y los 850 falsos profetas (“450 Profetas de Baal” y “400 Profetas de Asera” – 1 Reyes 18:19) convocándolos junto con el pueblo de Israel en el Monte Carmelo para probar quién tenía al Dios verdadero.
Los Profetas de Baal empezaron a clamar y sanjarse con cuchillos y lancetas, pero fracasaron. Elías clamó a Dios y fuego cayó del cielo que consumió el Holocausto.
Todo el pueblo exclamó: ¡Jehová es el Dios! Elías ordenó degollar los profetas de Baal, tras lo cual volvieron las lluvias.
Elías huyó al desierto creyendo estar solo donde escuchó la voz de Dios : “¿Qué haces aquí, Elías? Y yo haré que queden en Israel 7,000, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron” (1 Reyes 19:18)
Entre estos 7,000 fieles que permanecieron en la verdad de pie ante la idolatría rampante de Israel, estaban 100 verdaderos Profetas escondidos en dos cuevas, cincuenta en cada una, por el Mayordomo Abdías, hombre temeroso de Jehová (1 Reyes 18:4).
Elías también sabía de Micaías, un santo Profeta quién estaba encarcelado por Acab por profetizarle solamente mal (1 Reyes 22:8).
Estos mismos hombres pastorearían a aquellos quienes se volvieron a Dios bajo el Ministerio de Elías.
Multitudes de creyentes son arrastrados hacia la “Iglesia del Éxito” donde el “Evangelio de Prosperidad” con un espíritu de avaricia y codicia se han apoderado de ellos.
Por supuesto, no hay nada malo en el éxito, si usted hace las cosas a la manera de Dios: aferrándose a Cristo, diezmando fielmente, sometiéndose a su voluntad.
Pero en Israel, había una mezcla impía: la gente se inclinaba ante Jehová porque temían su juicio, aún así codiciaban las cosas materiales.
Elías sabía que las multitudes estaban con la mente entre dos pensamientos, deseando tanto servir a Dios así como servir al mundo.
¿Dónde están los Pastores de corazones quebrantados? ¿Dónde están aquellos quienes aún creen en la Santidad?
La Biblia aclara que en cada generación perversa, solamente un pequeño remanente permaneció firme. (Romanos 11:5).
¿Cuántos de nosotros buscamos imitar a aquellos 7,000 siervos anónimos que rehusaron arrodillarse ante Baal?
Envía, pués, ahora y congrégame a todo Israel en el Monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel. (1 Reyes 18:19)
El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los Ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida. (1 Reyes 19:14)