PASTOR, el de las manos delicadas,
que son desbordamiento de dulzura;
luz del cielo volcóse en tu mirada
y tu alma es lirio blanco de ternura.
PASTOR que vas por montes y collados
en búsqueda de amor, de noche y día;
en tus hermosos Pastos aromados florece,
flor divina, la alegría.
PASTOR que vas regando en los Senderos
claveles rojos de tus PIES SANGRANTES;
tus MANOS prodigiosas, con luceros,
van trazando caminos rutilantes.
Contigo, mi PASTOR, toda la Vida
se torna mieles y florece en rosas;
y el suave toque de tu MANO HERIDA
estremece de amor todas las cosas.
Yo te bendigo, mi PASTOR, por ello,
y me apoyo sin miedo en tu Cayado;
¡Es tan bueno el camino y es tan
bello cuando marchas,
SEÑOR, a nuestro lado!
YO SOY el Buen PASTOR; el Buen PASTOR
su vida da por las Ovejas. {Juan 10:11}