Me llamas Señor, y no me Obedeces.
Me llamas Luz, y no me Ves.
Me llamas El Camino, y no me Sigues.
Me llamas Vida, y no me Deseas.
Me llamas Sabio, y no me Escuchas.
Me llamas Bello, y no me Amas.
Me llamas Rico, y no me Pides.
Me llamas Eterno, y no me Buscas.
Me llamas Bondadoso, y en mí no Confias.
Me llamas Noble, y no me Sirves.
Me llamas Dios, y no me Temes.
Si te condenas, no me culpes.