El Yunque de la Palabra de Dios
Los siguientes versos descubren la relación entre la Palabra de Dios y las críticas que, en todas las generaciones, ha recibido, así como el seguro destino de ellas:
Ayer, al atardecer, me acerqué a la Herrería. Y escuché cómo el Yunque daba las horas de la tarde. Miré y ví en el suelo Viejos Martillos, consumidos por el uso.
“ ¿Cuántos Yunques has empleado” – dije al Herrero, “para gastar y aboyar de tal manera los martillos?”.
“Sólo uno” – respondió, con los ojos centelleándole, el Herrero.
“Ya sabes que el Yunque desgasta los Martillos”.
Así también, pensé yo, el Yunque De La Palabra De Dios; escépticos golpes la han atacado durante generaciones y, aunque se oyó el repiqueteo, el Yunque sigue intacto, ¡Y los Martillos han desaparecido!.
Así, el tiempo y la historia están dando la razón a las palabras mismas de las Escrituras: “Porque; Toda carne es como hierba, toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; más la Palabra del Señor permanece para siempre”. (1Pedro 1:24-25).