Los Límites de ser Padres
Te dí la Vida, pero no puedo vivirla por tí; puedo enseñarte muchas cosas,
pero No puedo obligarte a aprender.
Puedo Dirigirte, pero no siempre estaré para guiarte.
Puedo darte Libertad, pero no responsabilizarme por lo que haces con ella.
Puedo llevarte a la Iglesia, pero no puedo obligarte a creer.
Puedo Instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por tí.
Puedo comprarte un Traje hermoso, pero no puedo hacerte hermoso por dentro.
Puedo ofrecerte Consejos, pero no puedo ponerlos en práctica para tí.
Puedo darte Amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.
Puedo enseñarte a Compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.
Puedo hablarte del Respeo, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.
Puedo aconsejarte acerca de las Buenas Amistades, pero no puedo escogértelas.
Puedo educarte acerca del Sexo, pero no puedo mantenerte puro.
Puedo platicarte acerca de la Vida, pero no puedo edificarte una reputación.
Puedo decirte que el Licor es peligroso, pero no puedo decirte No por tí.
Puedo advertirte acerca de la Drogas, pero no puedo evitar que las uses.
Puedo exhortarte acerca de la necesidad de tener Metas Altas, pero no puedo alcanzarlas por tí.
Puedo enseñarte acerca de la Bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.
Puedo amonestarte en cuanto al Pecado, pero no puedo hacerte una persona moral.
Puedo Amarte como niño, pero no puedo colocarte en la Familia de Dios.
Puedo hablarte de Jesús, pero no puedo hacer que Jesús sea tu Señor.
Puedo explicarte cómo Vivir, pero no puedo darte Vida Eterna.
Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él. (Proverbios 22:6)