Primero TU en mi vida, TU primero mi amante y divino SALVADOR;
toma mi corazón, tómalo primero, llénalo con TU gracia y con TU amor.
Tómame en tus manos; yo soy lodo, pero puedes hacer, mi REDENTOR,
un vaso que te honre, y darte todo; mi vida y corazón, ¡OH, MI SEÑOR!
Ven sosténme en TUS brazos cariñosos, y refúgiame en ellos mi JESUS;
Ven, limpia mis caminos escabrosos, alúmbrame mi CRISTO, con TU luz.
Consume con TU fuego la hojarasca que estorbe el crecimiento espiritual,
para hacer mi JESUS lo que te plazca y agradar así a mi PADRE CELESTIAL.
Y dame TU poder, dame TU gracia para poder resistir al TENTADOR,
y que tenga confianza en la desgracia; fortaleza en la pena y el dolor.
Susténtame SEÑOR, porque TU eres celestial alimento, divino pan;
porque sé que amas y que quieres librarme de temores y de afán.
Vísteme con la blanca vestidura de obediencia, justicia y humildad;
ayúdame a mirar hacia la altura, para hacer TU DIVINA VOLUNTAD.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. {Isaías 41:10}